El que debió ser un bonus disc y que acabó cobrándose como nuevecito, reúne según eso la totalidad de las rolas creadas durante el viaje que significó “Egypt Station”. Van desde las grabadas en estudio, donde destaca la versión larga del hit original de “Egypt…”, la sorprendente 'Get Enough', hasta shows en vivo capturados en conciertos de lo que va del año en Abbey Road Studios, en la aún viva y emblemática The Cavern y hasta en Grand Central Station.
LA PERRA HA VUELTO
“¿Cómo fue tu infancia, Elton?”, pregunta Sebastian Rich en la introducción al Soundtrack Original de “Rocketman”, el cacareado biopic de Sir Elton John quien responde, en voz de Taron Egerton, con chicas del coro y todo:
I was justified when I was five
Raisin' Cain, I spit in your eye
Times are changin' now the poor get fat
De hecho, la película arranca con la llegada de su protagonista a una reunión de alcohólicos anónimos que servirá como hilo conductor para repasar diferentes etapas de su vida. Sin embargo, son las canciones las que sirven para hacer avanzar la trama en lugar de servir como un hecho aislado más o menos memorable. El primer súper número musical, “Saturday night is allright for fighting”, resulta ambientado en un pub victoriano, y no en las entonces nacientes discotheques o de plano en las calles, como lo muestra el cover que a la rola le hicieron The Who.
Y es que Rocketman se aleja mucho de los mejores biopics de artistas musicales de la historia del cine: Bird (1988), sobre Charlie Parker; Last Days (2005), sobre Kurt Cobain; I’m Not There (2007), acerca de Bob Dylan; Control (2007), la vida y muerte de Ian Curtis (Joy Division); The Runaways
TENIS, CINE & ROCK AND ROLL
Página del Oscarito, para leer sin prisa.
TIFF, EL MAYOR FESTIVAL DE CINE DE NORTEAMÉRICA, CUMPLE 44 Y SE ABRE A OTRAS PLATAFORMAS.
Oscar Rodríguez Gómez
Un hombre epiléptico asesina a su madre ciega y va en busca hacer lo mismo con otros miembros de su familia. Alessandro, interpretado por Lou Castel, sufre un ataque mientras escucha una serie de arias de ópera y su hermana lo mira impasible. Esta es parte de la historia de 'Fists in the Pocket' (1965), la ópera prima del maestro italiano Marco Bellocchio que fue la primera proyección de la edición 44 del Festival Internacional de Cine de Toronto (TIFF).
El encuentro cinematográfico más grande de América del Norte arrancó el jueves 5 de septiembre y tendrá eventos y proyecciones hasta el domingo 15. En esta primera jornada también se exhibirá el documental 'Once Were Brothers: Robbie Robertson and The Band', el primero de 132 estrenos que tendrá el evento. Aunque la película de Bellocchio se proyectó más temprano, la premier de 'Once Were Brothers' fue el comienzo oficial del Festival.
El documental, dirigido por Daniel Roher, narra la historia del músico canadiense Robbie Robertson y de la formación de "uno de los grupos más duraderos en la historia de la música popular" con entrevistas a artistas como Bruce Springsteen, Eric Clapton, Van Morrison y Peter Gabriel. La producción también cuenta con la intervención del director estadounidense Martin Scorsese, quien en 1976 filmó la última aparición de Robertson y The Band en San Francisco en “The last waltz”. Es la primera vez que un documental canadiense abre la noche de gala del festival y uno de los protagonistas será el mismo Robertson, un ícono de la música en ese país.
En el festival también se estrenará una película alrededor de la figura de Rudy Ray Moore, un comediante, actor y productor afroamericano recordado por su rol en 'Dolemite', estrenada en 1975. Su historia acaba de ser retratada en 'Dolemite is my name', un filme dirigido por Craig Brewer, protagonizado por Eddie Murphy y producido por Netflix. La historia promete ser una excusa más para celebrar el poder inspirador y transformador de las salas de cine.
"Tengo curiosidad por saber qué pensarán los amantes del cine. Por lo menos para mí, es una carta de amor a ese espíritu de guerrilla cineasta del cine independiente", afirma Brewer, quien creció en Memphis, Tennessee, haciendo cortometrajes con una videocámara conseguida en una compraventa.
Otras películas de Netflix tendrán una breve aparición en los teatros de Toronto antes de
hacerse públicas en la plataforma de streaming. Una ironía que no se le escapa al director de
'Dolemite is my name'. "Quizá es diferente a otras de sus películas en las que pudieron estar
inspirados a estrenarlas en cine. No es tanto como 'Roma' en la que dices, 'Oh, quisiera que
pudiera verla en la gran pantalla”, afirma el director estadounidense. Sin embargo, a Brewer
lo que más le interesa es ver la reacción del público en un festival que no está reservado
para los realizadores y protagonistas de las películas.
Por las calles de la ciudad canadiense transitan Meryl Streep, Tom Hanks, Joaquin Phoenix,
Daniel Craig, Matt Damon, Christian Bale, Nicole Kidman, Jennifer Lopez y Kristen Stewart,
por solo nombrar algunos de los 500 actores y directores programados para este año. Pero el
festival no es solo para ellos. Si algo diferencia al TIFF de otros festivales de la temporada
como la Mostra de Venecia o el Telluride Film Festival es que aquí hay aficionados del cine,
gente haciendo fila que llega a pagar hasta 83 dólares canadienses (US$62) por ver una
película que se estrenará en todos los teatros en pocas semanas.
Para calentar los motores, desde hace días, los medios de comunicación locales publicaron
guías con mapas que señalan los lugares y horas en que es más probable avistar a las estrellas de Hollywood, invitando a los habitantes de la ciudad a participar en TIFF incluso si no asisten a las proyecciones.
Este año, una treintena de producciones han despertado ya un interés especial entre los críticos del sector. Y a estas cintas que llegan con su propio prestigio se sumarán unas cuantas sorpresas.
Habrá varias producciones latinoamericanas. Entre otras, se proyectará 'Ema', del chileno Pablo Larraín; 'Agosto', del cubano Armando Capó; 'Chicuarotes', de Gael García Bernal y 'La Llorona', del guatemalteco Jayro Bustamante.
En el catálogo también están películas como 'Aeronauts', con Eddie Redmayne y Felicity Jones; 'A Beautiful Day in the Neighborhood', con Tom Hanks; 'Ford v Ferrari', con Matt Damon y Christian Bale; 'A Hidden Life', del director Terrence Malick; 'Hustlers', la última película de Jennifer López; o 'Jojo Rabbit', con Sam Rockwell y Scarlett Johansson.
DEV PATEL A LA DICKENS
Por el hecho de situarse en el centro de lo que es conocida como la temporada de premios que concluye con la entrega de los Premios de la Academia, el Festival Internacional de Cine de Toronto ofrece una envidiable plataforma para varias películas que buscan figurar dentro de la temporada y ganar una recepción positiva que pueda impulsarlos.
Uno de los primeros títulos que busca tener presencia es la película “The Personal History of David Copperfield” del cineasta escocés Armando Ianucci, conocido por sus hilarantes comedias políticas en cine (In the loop, 2008) y en televisión (Veep).
Su nueva película reúne a un elenco encabezado por Dev Patel (Quisiera ser millonario, 2008; Hotel Mumbai, 2018) en una nueva versión del libro de Charles Dickens.
La historia es narrada por el mismo Copperfield (Patel) un hombre que como cualquier protagonista de Dickens padece los terribles sufrimientos de la pobreza en Inglaterra después de haber nacido en condiciones de relativa fortuna. El reparto de la película es complementado por una serie
de caras reconocibles en el cine británico como Hugh Laurie (célebre por su interpretación del Dr. House), Tilda Swinton, Gwendoline Christie, de Game of Thrones y Peter Capaldi, quien actualmente da vida al Dr. Who en la serie de TV británica.
La película de Ianucci dista de ser una adaptación fiel o tradicional de la obra de Dickens en dos puntos. Por un lado, muchos de los personajes son interpretados por minorías étnicas, comenzando por el protagonista mismo, lo que da cabida a ver incluso a un actor asiático (el popular B.D. Wong) como distinguidos miembros de la sociedad inglesa, algo que rompe con la hegemonía caucásica en las adaptaciones literarias de “prestigio”.
Por otra parte, el montaje de la película remite a la adaptación fílmica que Joe Wright hiciera
de la novela rusa Anna Karenina (2012) con Keira Knightley, usando vistosas transiciones
entre escenas en lugar de cortes tradicionales, dándole a la película la sensación de estar
hojeando un ricamente ilustrado libro.
La película cuenta además con generosas dosis de humor e ingenio británico que quizá no
sean del total agrado de la audiencia pero que apoyan el ritmo de la inusual adaptación
literaria aunque Ianucci deja de lado el agudo y ácido humor que ha caracterizado sus
anteriores trabajos, dulcificando el tono en un esfuerzo que busca cortejar una audiencia
más amplía que la que logró su última película “La muerte de Stalin” (2017) aún si en esta
adaptación de David Copperfield se echa de menos la densidad y riqueza de la prosa de
Dickens. Quizá la película de Ianucci logre estar dentro de la conversación cuando se estén
dando los premios en Hollywood.