Una excelente aportación de la edición conmemorativa 50 del White

Album, parece ser la desmitificación de que la obra es muestra

inequívoca del declive de The Beatles. Gracias a la treintena de tomas

de estudio incluidas en la edición 2018, la cercanía, la camaradería y la

fortaleza colaborativa dentro de la banda, así como con el productor

George Martin,son palpables al oído sensible y educado en Rock.

 

También la edición, cuyos textos poco tratan el asunto, sugiere

repensar lo del uso de la suma de todos los colores, el blanco, como

envoltura del LP, lo que en la época hasta de falta de creatividad fue

tildado. Poca imaginación la de que se estaba asistiendo a la circulación

masiva de la obra musical más religiosa de la historia. Una historia que

dejaba las bibliotecas y se lanzaba a sangre y fuegos juveniles a las

calles contra la opresión de la cultura y su libre manifestación,lo mismo

en China que en México; en E.U. y la antiguaChecoslovaquia, y a la

cabeza, el mayo de Francia.

 

Desde los estudios de la hegemonía vivida como una FE, todo comienzo

es blanco y esto se refleja en el simbolismo religioso: para las creencias

abrahamicas, cuando Dios creó el mundo lo primero que ordenó fue

‘hágase la luz’. En muchas lenguas blanco y negro fueron las primeras

palabras que designaban la diferenciaentre claridad y oscuridad, entre

el día y la noche, que es la diferencia fundamental en el mundo del

color.

 

El huevo blanco es un símbolo del comienzo. Según un mito muy

extendido, el mundo nació de un huevo, que también en el cristianismo

es símbolo de la resurrección: Cristo resucita en Pascua y por eso, entre

los no papistas, hay huevos de Pascua. En la mayoría de las representaciones de Cristo resucitado, la figura viste una

túnica blanca, y en general los resucitados, según el mito, se presentan ante Dios vestidos de este “color”.

 

Luego, la leche. Primer alimento que recibe el ser humano después de nacer, es de color blanco: en la historia de la creación del hinduismo, el mundo nace de un mar de leche. En la India las vacas blancas son encarnaciones de la luz. En China, la garza blanca y el ibis son aves sagradas que simbolizan la inmortalidad. Las grandes aves blancas son también mensajeras de la felicidad enviadas por el cielo, por eso en occidente se dice que “a los niños los trae la cigüeña”. El blanco también está considerado como el color de la inocencia: el color de lo que no está manchado por el negro pecado.

 

Para ahuyentar a brujas y demonios, los supersticiosos hacen la triple ofrenda blanca, que casi siempre consiste en harina, leche y huevos. En la Biblia también encontramos sacrificios de animales jóvenes y blancos para expiar culpas humanas. Jesús, que se sacrificó por los pecados de la humanidad, es el cordero blanco de Dios (el cordero sacrificado es siempre blanco, y el chivo expiatorio siempre negro). Una azucena blanca (también llamada flor de la virgen) es símbolo de paz, pureza e inocencia, y representa la inmaculada concepción de María. Y no es casual que sea la azucena, ya que el capullo de esta flor se asemeja a un falo. Cuando el capullo se abre, la flor se parece a una trompeta, y según la antigua creencia, la virgen quedó embarazada a través del oído, cuando escuchó las palabras de Dios. Si la sexualidad es pecado, el blanco es el color de la inocencia (?).

 

El dios Zeus se aparece a Europa como un toro blanco, y a Leda como un cisne del mismo color. El Espíritu Santo se presenta como una paloma blanca y el unicornio blanco es el animal simbólico de la Virgen María y los ángeles son representados casi siempre vestidos de blanco y con alas blancas. El mundo de 1967-1968, único por el huracán de movilidad histórica vivido a escala global, por primera vez desde 1945, se despojaba, según The Beatles, del negro caótico que había pasado a la humanidad por el fuego y que con la redención de la música la “despertaba” de su letargo y le devolvía la primigenia inocencia.

 

Y es que los sucesos de 1968 no daban para menos. El primer día del año, un comando del VietCong ataca la embajada de E.U. en Saigón, dando inicio a la Ofensiva del Tet en que Ho-Chi-Min lanzaría todo su aparato militar el 31 de enero y con ello – aunque no lo pareciese-, el principio de la primera derrota yanqui a nivel planetario. La ofensiva – como lo muestra Kubrick en “Full Metal Jacket”- sólo pudo ser derrotada hasta el 23 de febrero, con la toma de la ciudad de Hue, reducida a escombros. Al día siguiente, los B-52 bombardean el puerto fluvial de Hanói, capital de NorVietNam y para marzo las atrocidades de los marines son puestas en evidencia con la matanza de My Lai.