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WOODSTOCK 1969, LA PELÍCULA PROHIBIDA.

Oscar Rodríguez Gómez
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Durante 50 años, “The White Album” de los Beatles ha invitado a los que lo han escuchado a ir más allá de la futilidad de su propia existencia y a experimentar la amplitud y ambición de la música del Fab Four a su máximo, deleitando e inspirando a cada nueva generación. El pasado 23 de noviembre, el manicomio gringo del “Black Friday” tuvo especial atractivo con la millonada de ventas de los distintos formatos con que el mundo celebra lo que Jann Wenner, fundador de la genuina Rolling Stone, declaró radiante hace medio siglo: “El mejor álbum que se haya publicado, y solo The Beatles son capaces de hacer uno mejor”.

 

Los 30 temas del álbum han sido mezclados de nuevo por el productor Giles Martin, hijo prodigio del venerable don George, y su ingeniero de mezcla Sam Okell en estéreo y sonido surround 5.1, junto con ¡27 demos en acústico! de los primigenios trastazos de los que surgirían las rolas y 50 tomas de sesión, la mayoría de las cuales nunca habían salido a la luz en ningún formato anterior. Obviamente cualquiera de los paquetes, unos con más papel y fotos que otros o con algún disco de menos, están fuera del presupuesto juvenil capaz de apreciar la experiencia (un minimo $3,500 más tardanza en Amazon; en tiendas standard llegará a los 5,000) por lo que se recomienda la versión de Apple Music

(iTunes) que aunque sin libritos y condenada a los dispositivos despidiendo al CD, se consigue por 900 pesos bajada y guardada, o completamente gratis (se baja de nube) si se tiene cuenta en la tienda virtual de la manzanita.

 

The Beatles (‘White Album’) fue el primer album del cuarteto Liverpool que salió a través del propio sello de la banda, Apple Records, asunto que ha llegado a enfrentar su logo manzanero y hasta el brand con los legalistas de Cupertino, California, cuartel general de Apple Computación. Paradójico que del encuentro de las manzanas surja la versión más democrática posible del álbum de aniversario más caro de lo que va del siglo.

 

Publicado tanto en mono como en estéreo en Inglaterra, y en estéreo en USA, el doble álbum entró en el número uno en los charts británicos y permaneció en esa posición durante 8 de las 22 semanas que estuvo en lista. El álbum blanco también debutó en el número uno en las listas de USA, quedándose en esa posición durante nueve semanas. En Norteamérica, ha sido platino 19 veces y en 2000 fue incluido en el Recording Academy’s GRAMMY® Hall of Fame, reconociéndolo como “la grabación de mayor calidad y significado histórico”.

 

Con su noveno álbum de estudio, The Beatles embarcaron al mundo en un nuevo viaje: “Hemos dejado a la banda del Sargento Pimienta tocando en los soleados Campos Elíseos y ahora estamos marchando en nuevas direcciones sin un mapa”, Paul McCartney dixit. Este 2018, la nueva mezcla en estéreo de Giles Martin, extraída directamente de los cuatro y ocho pistas originales, se guía por la mezcla en estéreo original de su padre, George Martin.“Al remezclar el ‘White Album’, hemos intentado acercarte lo más posible a lo que eran The Beatles en el estudio”, explica Giles en la introducción de la nueva edición. “Hemos quitado las capas de cebolla (“Glass Onion”) con la esperanza de sumergir a los viejos y nuevos fans en uno de los álbumes más inspiradores y diversos que se hayan realizado nunca”.

 

LA BLANCURA ORIGINAL

 

Las primeras composiciones iniciales para ‘The White Album’ se

hicieron en Rishikesh (India) entre febrero y abril de 1968, cuando

John Lennon, Paul McCartney, George Harrison y Ringo Starr se

apuntaron a un curso en la Academy of Transcendental Meditation

del Maharishi Mahesh. Poco después, en una tarjeta postal (ni

soñar con e-mails o tuits) a Ringo, que fue el primero de la banda

en volver a Inglaterra, John le escribía: “tenemos material ya para

dos LPs, así que ve sacando la batería”.

 

Durante la última semana de mayo, los Beatles se reunían en la

casa de George en Esher, Surrey, donde grabaron las demos

acústicas de las 27 canciones. Conocidas como las Esher Demos,

estas 27 grabaciones se incluyen en las ediciones deluxe y súper

deluxe del álbum de aniversario, extraídas de las cuatro pistas

originales. Veintiuna de estas demos se grabaron durante las

consiguientes sesiones de estudio, y 19 fueron acabadas e

incluidas en ‘The White Album’.

 

Las sesiones de estudio de The Beatles para The Beatles (‘White

Album’) comenzaron el 30 de mayo de 1968 en los estudios Abbey

Road. En las 20 semanas que siguieron, The Beatles dedicaron

todo su tiempoa las sesiones de grabación para el nuevo álbum,

grabando también en los estudios Trident. La sesión finaldel álbum tuvo lugar en Abbey Road el 16 de octubre, en una maratón de 24 horas con el productor George Martin para secuenciar las cuatro caras del doble álbum y completar los edits y cross-fades entre

las canciones.

 

 El acercamiento de The Beatles a la grabación para el álbum blanco fue bastante distinto de lo que habían hecho en el “Sgt. Pepper Lonely Hearts Club Band” y en el revoltijo de EP’s vaciados en “MagicalMistery Tour”, fracasada película de por medio. En vez de individualizar cada parte en una cinta multi-track,muchas de las tomas se grabaron en cintas de cuatro y ocho pistas como interpretaciones de grupo con una voz principal en directo. A menudo los Beatles grababan toma tras toma de una canción, como se muestra en la Toma 102 de la edición súper deluxe para ‘Not guilty’, una canción de Harrison que no se incluyó en el álbum original. Algunos detractores señalan que esta modalidad connotaba la inminente separación del grupo, que tardaría dos años más. De cualquier modo, este estilo de grabación de toma directa tiene como resultado un álbum con una estructura menos intrincada, más expresiva, que cambiaría el curso de la música rock y marcaría el camino para el punk y el indie rock.

 

Mientras que los casi cuatro meses y medio de largas horas y numerosas tomas hicieron surgir fricciones ocasionales en el estudio, mismas que el amarillismo de la época difundía que eran causadas por la presencia de Yoko Ono de Lennon y la intolerancia hacia todos de McCartney, cegado por su creatividad, las sesiones de grabación revelan la cercanía, camaradería y fortaleza colaborativa dentro de la banda, así como con George Martin.

(En la parte Dos de este artículo se detalla la musicalidad WHITE ÁLBUM entonces y ahora.)

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