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TODO LO QUE QUIERE SABER DE COPA LAVER, PERO TEMÍA PREGUNTAR.

Oscar Rodríguez Gómez. Gran cortesía de Diego Jiménez, PdB.
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Tan nueva como el final de segunda década del siglo XXI, pocos torneos de tenis generan tantas opiniones como la Laver Cup. Amada por muchos que la perciben como un elemento de difusión inmejorable del deporte rey, a otros conservadores les parece inconcebible que en un calendario tan marcado haya espacio para un evento así y acudan los mejores del mundo a la llamada de las cantidades de dinero que se mueven.

 

La empresa propiedad de Roger Federer, “Team8”, diseñó un evento que

cumple ya su tercera edición y lo hace regresando a Europa justo a la tierra

de Roger, la República Helvética en la cosmopolita Ginebra. Si hay una

ciudad en el mundo que encarne el poder del dinero y el glamour esa la

ciudad suiza a la que se espera que acudan miles de aficionados con el

reclamo de ver al ídolo local compartir cancha y anécdotas con la flor y

nata del tenis mundial varonil.

 

Es innegable reconocer un cierto atractivo por un formato de competencia

mimado al detalle para favorecer el espectáculo. Pero la razón principal

del éxito de la Laver Cup no es toda la parafernalia que la rodea, con un

constante flujo de información entre los jugadores y la prensa o lo que

supone homenajear a Rod Laver y ver dos equipos antagónicos

capitaneados por Björn Borg y John McEnroe, sino la competitividad frenética que se desprende en cada partido.

 

En los años precedentes, la intensidad de cada match ha sido digna de un encuentro oficial de máxima importancia y eso es lo que ha conseguido cautivar a millones de aficionados a lo largo y ancho del planeta. Europa llega a la tercera edición como favorita, después de los dos triunfos precedentes en Praga y Chicago, y parece utópico que el joven equipo del Resto del Mundo pueda romper la dinámica.

 

La gran novedad es que la ATP ha dotado de oficialidad al torneo por lo que los enfrentamientos que aquí se produzcan figurarán en el H2H oficial de los contendientes; sin embargo, esto no significa que el torneo reparta puntos, gran anhelo de los organizadores para consolidarse definitivamente. He aquí la base de datos para el evento en el Centro de Convenciones de Palexpo que se hace del viernes 20 al domingo 22 de septiembre en Geneve.

 

EQUIPO EUROPA

 

De los siete integrantes del equipo, seis de ellos son top 10 y el único que no goza de esta condición aparece en el ranking ATP como el 11 del mundo. Poco más se puede decir para describir el tremendo potencial del combinado dirigido por Björn Borg y Thomas Enqvist. Dos de los mejores jugadores de la historia, como son Roger Federer y Rafael Nadal, firmarán un armisticio en su carrera hacia el GOAT (Great Of All Times, para los villamelones) y volverán a disfrutar de su amistad arropados por aquellos llamados a encabezar el relevo generacional: Stefanos Tsitsipas, Alexander Zverev y Dominic Thiem querrán autorreafirmarse en un fin de semana importante para ellos ya que no llegan en una buena dinámica.

Por su parte, Fabio Fognini buscará dejar atrás los problemas físicos que le aquejan y ofrecer espectáculo con su tenis preciosista. Como suplente espera Roberto Bautista y es probable que tenga alguna oportunidad ante el estado físico  del austriaco y el italiano. Donde puede flojear algo el equipo europeo es en los dobles, por lo que se antoja vital la participación de Federer junto a Nadal en alguno, tal y como está previsto, así como la posibilidad de que Tsitsipas, habitual en esta modalidad en algunos tramos del año, lidere en parejas con jugadores menos experimentados.

EQUIPO RESTO DEL MUNDO

 

Como si estuviese en su tercer aire, John McEnroe ya le pone filosofía al torneo: La búsqueda del golpe ganador de manera inexorable como forma de entender el tenis. Un equipo repleto de jugadores agresivos, con esa filosofía, intentarán buscar el milagro. John Isner y Milos Raonic no llegan en su mejor estado de forma, pero son capaces de todo en una cancha rápida bajo techo. Taylor Fritz no tiene nada que perder y podría sorprender a cualquiera, mientras que Denis Shapovalov y Nick Kyrgios parecen los principales cañoneros en los partidos individuales.

 

Especialmente interesante será ver la implicación de Nick el australiano en un torneo que se erige en una de sus citas preferidas de todo el calendario. El nivel de Kyrgios se eleva exponencialmente en la Laver y auspiciado por la compañía de amigos como Jack Sock, consumado doblista, podría liderar il sorpasso de un equipo al que le sobra talento. Como suplente acude Jordan Thompson, el jugador de menos garantías y carisma de todos los presentes, cuya participación no parece probable.

 

FORMATO DEL TORNEO

 

Cada uno de los tres días de competencia se compone de cuatro partidos: tres individuales y para terminar uno de dobles. Como mínimo, se exige que seis de los jugadores convocados por cada equipo disputen un partido de dobles, algo que los capitanes deben tener muy en cuenta a la hora de establecer quién juega y, sobre todo cuándo. Y es que los puntos que otorga cada triunfo varían en función del día. El equipo que gane un partido el viernes sumará un punto a su casillero, mientras que el sábado la puntuación será de dos y el domingo de tres. Así pues, cada capitán deberá guardarse sus mejores raquetas para la última jornada, pero teniendo claro que para llegar con opciones debe sumar puntos los días precedentes.

 

El ganador será aquél que consiga alcanzar los 13 puntos, ya que hay un

total de 24 en juego. Esto asegura que el domingo haya encuentros, ya

que es imposible alcanzar ese umbral de puntuación con lo hecho el

viernes y el sábado. En caso de que se llegara con un empate a 12 al final

del torneo, todo se resolvería en un partido de dobles que podría

disputar cualquiera de los convocados, sin ningún tipo de restricción por

las comparecencias que haya o no tenido a lo largo del fin de semana.

En los próximos días se hará público quién juega cada partido.

 

LOS DINEROS

 

Es uno de los asuntos más controvertidos y morbosos de este evento, ya que cada participante recibe una cantidad diferente en función de su estatus, definido por el ranking ATP. Así, no cobra lo mismo por jugar Nadal o Federer que Taylor Fritz, pero se mueven cantidades notables llegando a sobrepasar el millón de euros. En todo caso, lo único oficial y confirmado es que los integrantes del equipo ganador se embolsan 250,000 dólares, algo equivalente a unos cuartos de final en un Masters 1000 o casi lo mismo que una cuarta ronda del US Open 2019, por ejemplo. Una de las cosas que hace más atractivo este torneo es que todos los jugadores ganan dinero independientemente de las victorias que cosechen.

 

Las audiencias millonarias que han registrado las dos primeras ediciones hacen que las televisiones sigan volcándose con la Laver Cup. Eurosport, Teledeporte, RTVE y Amazon Prime TV ya reservaron lugar para sus transmisiones. Para no variar (y demos gracias), en Latinoamérica la Copa Laver podrá seguirse a través de ESPN.

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