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AMANDA Y SIMONA, EN CHOQUE DE TRENES GENERACIONAL EN CUARTOS DE ROLAND GARROS 2019.

Oscar Rodríguez Gómez

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Finalmente quedó armada la fase de cuartos de final WTA del Internationaux de Francia. Después de una semana de regocijo millennial en Roland Garros (ríos de adolescentes atarantando adultos en el más alegre Grand Slam de la historia reciente; sólo Indian Wells se le asemeja), la terca realidad puso a todas en su lugar: Halep se enfrentará al factótum del absoluto cambio generacional, la adorada reina de la juventud Amanda Anisimova; la mulata de oro 14 del mundo, Madison Keys, de 24 años, va contra la calificada por los pantalón largo como la mejor del año hasta ahora, Ashleigh Barty, de 23. Y ya desde antier se sabe que Marketa Vondrousova, de 19, va contra la no por colada menos buena Petra Martic, mientras que cierran Sloane Stephens contra Johanna Konta.

 

Puede verse, entonces, que el boom millennial supuestamente adueñado de Paris apenas nace. Anisimova y Vondrousova son las únicas genuinas adolescentes en caballo de hacienda por el título del máximo Grand Slam europeo.

 

Simona Halep ya está en cuartos de final de Roland Garros 2019 y jugando quizá de más. Aprovechada con las chiquitas (la mayoría más altas que ella) fue preparándose y mejorando su juego día a día hasta encontrar el mejor nivel para enfrentar la armada millennial que se le venía encima.

 

No sucedió: a los 18 años recién cumplidos, la imparable polaca Iga Swiatek, inevitable relevo de Aga Radwanska, quedó superada por el escenario y se vio sin argumentos con los que contrarrestar la solidez de la rumana obsesionada por el número Uno. El score reafirma lo descorazonado del carácter de la vigente campeona RG y después del 61, 60 de novatada a la espectacular Swiatek, la hormiga atómica espera ya en la antepenúltima ronda a Amanda Anisimova.

 

La estadounidense, de ascendencia rusa, nació en

Freehold, New Jersey, en 2001, pero a los tres años

se trasladó a Miami. Domina a la perfección tanto el

inglés como el ruso y cuenta con nacionalidad

estadounidense, aunque su padre, Konstantin, que

también ejerce de entrenador y en su día trabajaba

como contador en Moscú, confiesa en una entrevista

recogida por The New York Times que su intención

migratoria apuntaba a España: "Realmente nos

encanta España, pero cuando fuimos a dar a los

Estados Unidos, nos dimos cuenta que todo el

mundo que viene a ese país se siente como en casa.

En Europa, a veces, te sientes como un extranjero porque son culturas completamente distintas entre sí”.

 

Inspirada por la rusa Maria Sharapova -según demuestra David Boti, de Sport Cataluña-  Amanda arrancó su carrera y en 2017 llegó a proclamarse campeona del Abierto de los Estados Unidos en la categoría júnior. Vino al añorado Abierto Juvenil Mexicano -destruido por el grupo Atracomulco,  adueñado con los yucatecos del tenis nacional- (se salvan de sus uñas Acapulco, Los Cabos, Monterrey y Guadalajara) para coronarse princesa del tenis mexicano 2015 ¡A los 14 años! al vencer a la británica Katie Swan 75, 36, 63, en la emblemática cancha del estadio “Rafael ‘Pelón’ Osuna” del Centro Deportivo Chapultepec, cuando tomó sus riendas el magnífico Jorge Nicolín Fischer, quien asistió en compañía de su familia a cuanto partido podía. Ejemplo nacional para un México tenístico empantanado por culpas federativas. 

 

Tres temporadas después, Anisimova ha sido catapultada a un sitio entre las cincuenta mejores tenistas del mundo. Alcanzó los octavos de final en el Abierto de Australia y, tras un discreto inicio de temporada sobre arcilla, la princesa de ensueño busca su mejor actuación en un Major. "No tenía muchas expectativas en esta gira porque no jugaba desde hacía mucho tiempo sobre esta superficie. El año pasado tampoco participé, pero sienta muy bien estar en la segunda semana de competición de los Grand Slams", asegura.

 

Además, la norteamericana posee el honor de ser la tenista más joven dentro del top 100. "Solo voy paso a paso, sin pensar más allá. Obviamente quiero ganar un Grand Slam, pero solo me planteo ganar ronda tras ronda y algún día llegará". Toda una declaración de intenciones de esta talentosa norteamericana de padres rusos.

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Desde luego es la sensación de Estados Unidos, donde las encuestas confirman la postura europea de compararla con Maria Sharapova por su parecido físico, su origen y precocidad: 17 años, misma edad de la deidad Rusa de todos los tiempos, cuando hizo conocer a Serena Williams que la belleza, el predominio de lo artístico sobre lo humano, demasiado humano, es el camino del tenis, al humillar a la bestia negra en Wimbledon y Los Ángeles, cuando Masha se convirtió a esos dulces 17 en la Maestra de maestras WTA.


La mañana de este lunes, Amanda despertó de su dulce sueño a la maravillosa ibérica Aliona Bolsova, que buscaba un hueco en la historia de Roland Garros. Se quedó a un

paso de alcanzar los cuartos de final (63 y rosca en sólo 69 minutos). Si lo hubiera conseguido, la española de origen moldavo habría sido una de las diez tenistas clasificadas para la antepenúltima ronda en toda la historia del torneo habiendo comenzado en la qualy. En esa lista está Carla Suárez, que lo hizo en 2008.

 

Según los conocedores, con un drive y un revés muy potentes (33 winners en el choque con Bolsova), Amanda solo tiene que mejorar el saque y la volea para convertirse en una jugadora temible. De piernas y brazos muy largos con su 1.80, domina el juego con la tranquilidad de una veterana. Ante eso, Aliona Bolsova sólo pudo oponer ganas, pero su entusiasmo se fue diluyendo con el paso de los minutos, ante la realidad de que no iba a poder con la americana, finalista en Indian Wells 2018 y ganadora este año en Bogotá.

 

Siguiendo PoB, el primer set lo resolvió Anisimova con un quiebre en el sexto juego, y en el segundo descosió a la española con un quiebre de salida y le paró los pies cuando intentó recuperarlo en su primer turno en la devolución. Así consumó un duro match para Aliona, que a sus 21 años se va de París con la cabeza alta: seis victorias entre la qualy y el cuadro principal y un puesto en el Top 100, provisionalmente la 88, que puede cambiar en los enjuagues de San Petersburgo. Amandita se opondrá el miércoles en cuartos a la vigente campeona, Simona Halep. Conociendo los complejos de la rumana, no hay nada descabellado en afirmar que el futuro es de Anisimova.

 

QUE ASHLEIGH BARTY VA COMO MEJOR HASTA EL MOMENTO

 

El tercer partido de los cuartos de final del cuadro femenino de Roland Garros 2019 quedó definido entre Madison Keys y la australiana Ashleigh Barty. La mulata dorada resolvió con bastante más suficiencia de la esperada a la sorpresiva checa Kateryna Siniakova, verdugo antier de la Osaka, por 62 y 64, mientras que Barty necesitó sufrir hasta un tercer set para imponerse a la no menos inesperada en esta ronda, la gringuita Sofia Kenin, a la que doblegó por 63, 36 y rosca. Keys y Barty ya se midieron en Roland Garros hace dos años con triunfo claro para la residente de Boca Ratón en primera ronda.

 

¿Cómo ve Madison su compromiso?  "Va a ser difícil. Creo

que Ash está jugando bien, logrando hacer cuartos de final,

y aunque no pude ver cómo jugó hoy, siento que la arcilla

se adapta a su juego realmente bien con su saque con kick

y sus golpes con slice. Tendré que tener un plan de juego

específico parar estar lista para ella".

 

La australiana, que ganó en Miami Open este año el título

más importante de su carrera, fue ayudada por su servicio

para superar el partido, disparando 11 aces y ganando el

76% de los puntos en su primer servicio para extender su

H2H con Kenin a 3-0. Sofía, aún mareada tras su histórica

victoria de tercera ronda ante la colérica Williams, superó

a Barty por 28 a 25 ganadores, pero fue destruida por 29

errores no forzados ante los 17 de Barty.

 

El buen momento por el que pasa el tenis yanqui, que invierte cada año más de 10 millones de euros por parte de la USTA, se ejemplifica con la clasificación para la cuarta ronda de Amanda Anisimova y la victoria ayer de Sloane Stephens para la antepenúltima ronda tras acabar con la Muguruza. Por su parte, Madison Keys ya avanzó a las semifinales del Abierto galo en la pasada edición, mientras que Barty (sin ser gringa), se estrena en la segunda semana de competición y confirma su condición de TENISTA DEL AÑO (hasta ahora). De hecho, la talentosa jugadora australiana ha ascendido hasta al quinto puesto WTA, su mejor clasificación como profesional.

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