El que debió ser un bonus disc y que acabó cobrándose como nuevecito, reúne según eso la totalidad de las rolas creadas durante el viaje que significó “Egypt Station”. Van desde las grabadas en estudio, donde destaca la versión larga del hit original de “Egypt…”, la sorprendente 'Get Enough', hasta shows en vivo capturados en conciertos de lo que va del año en Abbey Road Studios, en la aún viva y emblemática The Cavern y hasta en Grand Central Station.
LA PERRA HA VUELTO
“¿Cómo fue tu infancia, Elton?”, pregunta Sebastian Rich en la introducción al Soundtrack Original de “Rocketman”, el cacareado biopic de Sir Elton John quien responde, en voz de Taron Egerton, con chicas del coro y todo:
I was justified when I was five
Raisin' Cain, I spit in your eye
Times are changin' now the poor get fat
De hecho, la película arranca con la llegada de su protagonista a una reunión de alcohólicos anónimos que servirá como hilo conductor para repasar diferentes etapas de su vida. Sin embargo, son las canciones las que sirven para hacer avanzar la trama en lugar de servir como un hecho aislado más o menos memorable. El primer súper número musical, “Saturday night is allright for fighting”, resulta ambientado en un pub victoriano, y no en las entonces nacientes discotheques o de plano en las calles, como lo muestra el cover que a la rola le hicieron The Who.
Y es que Rocketman se aleja mucho de los mejores biopics de artistas musicales de la historia del cine: Bird (1988), sobre Charlie Parker; Last Days (2005), sobre Kurt Cobain; I’m Not There (2007), acerca de Bob Dylan; Control (2007), la vida y muerte de Ian Curtis (Joy Division); The Runaways
TENIS, CINE & ROCK AND ROLL
Página del Oscarito, para leer sin prisa.
NIKI LAUDA VIVE: EGLOGA PARA EL MÁS VELOZ.
Oscar Rodríguez Gómez
George Harrison grabó y lanzó la canción “Faster” en 1979 en el disco que marcó su distancia de la era Dark Horse. Considerada la más personal de sus producciones, incluso el álbum se titula con el nombre del ambigüo pisceano ex beatle y lo dedica, con suma discreción, al piloto de Fórmula I Ronnie Peterson, fallecido un año antes del modo más trágico posible.
Chose a life in circuses
Jumped into the deepest end
Pushing himself to all extremes
Made it, people became his friend
Monza, Gran Premio de Italia, 11 de septiembre de 1978. Ronnie Peterson era quinto en el pole. Una salida errónea por parte de la dirección de la carrera propició pocos segundos después una colisión múltiple. El Lotus del sueco impactó con las contenciones y comenzó a arder. El héroe de la época, James Hunt, sacó valientemente a Peterson del coche, una escena que precipitaría después la retirada del galán de las pistas. Las piernas de Ronnie, más encogidas de lo normal porque había salido con el coche reserva de Andretti y no con el suyo, estaban destrozadas por múltiples fracturas. Los chasis, entonces de aluminio, por supuesto que sacrificaban vida por liviandad.
Luego comenzó un cúmulo fatal de despropósitos. Los comisarios rodearon su cuerpo y evitaron que el doctor le atendiera en el primer cuarto de hora. La ambulancia llegó tarde. Trasladado al Ospedale Maggiore de Milan, Peterson fue operado durante horas
para estabilizar las fracturas. De madrugada sufrió una embolia y falleció por la mañana. Un accidente similar no hubiera tenido semejante desenlace en el presente. Mario Andretti se proclamó campeón del mundo en aquella misma carrera.
“Más rápido que una bala saliendo de un cañón. El es más rápido que nadie, más que un parpadeo, nadie sabe cómo lo hace”. Tan especial fue Ronnie Peterson que George Harrison, gran aficionado a la Fórmula 1, dedicó una canción a su memoria en 1979. “Es cierto, dicen, “he is the master of going faster” rezaba la letra de la canción, cuyo título, ciertamente, no podía ser otro: “Faster” (“El más rápido”).
Faster than a bullet from a gun
He is faster than everyone
Quicker than the blinking of an eye
Like a flash you could miss him going by
No one knows quite how he does it
But it's true, they say
"He's the master of going faster"
A cuatro días de su última carrera en este planeta, el legendario piloto austriaco de la Fórmula Uno, Niki Lauda, quien murió a los 70 años de edad a consecuencia de múltiples problemas renales, el poema-canción-narrativa de Harrison se resemantiza y queda bien de “obituario” para el último superviviente de la era dorada de la máxima categoría del automovilismo deportivo.
En un comunicado, el lunes 20 de mayo la familia Lauda confirmó la noticia por redes: “Con profunda tristeza, anunciamos que nuestra querido Niki ha fallecido pacíficamente con su familia. Sus logros únicos como atleta y empresario son y serán inolvidables, su incansable entusiasmo por la acción, su sencillez y su valor permanecen. Un modelo a seguir y un punto de referencia para todos nosotros, fue un esposo, padre y abuelo cariñosos. Lo extrañaremos”, se despidió la familia.
Previamente, se había dado seguimiento a su estado a partir de un doble trasplante de pulmón en agosto del año pasado y hacía unos días que la prensa de Austria informaba que estaba recibiendo diálisis renal en una clínica privada en Suiza. Su último tratamiento lo vivió con el riñón donado por Birgit Wetzinger, su segunda esposa, después de que dejara de funcionar el que le había donado en 1997 su hermano Florian.
Now he moved into the space
That the special people share
Right on the edge of do or die
Where there is nothing left to spare
Still the crowds came pouring in
Some had hoped to see him fail
Filling their hearts with jealousies
Crazy people with love so frail
Tres veces campeón del mundo, Niki Lauda se llevó el título de Ferrari en 1975 y 1977 y el de McLaren en 1984. Ha sido, por ello, el único campeón para Ferrari y McLaren. Consiguió 25 triunfos. Luego de que Lauda se quemara gravemente en 1976 en un accidente en Nürburgring, de que volviese triunfal a las pistas y de que continuase en activo hasta el Grand Prix de Australia 1985, cuando se retirase en definitiva. Más tarde se convirtió en empresario de una compañía de aviación.
DEL MILAGRO A LA CREATIVIDAD…Y MÁS MILLONES.
La escudería Ferrari de Fórmula Uno, de la que fue piloto Niki Lauda, ofreció la semana del 21-26 de mayo un emotivo homenaje a su figura al apagar todas las luces del Museo de Maranello y dejar tan sólo iluminado el monoplaza Ferrari 312T con el que el austriaco fue campeón del mundo.
Los visitantes que acuden a visitar las impresionantes instalaciones del espacio de presunción de Ferrari "Cavallino Rampante", en Maranello (Italia), se encontraron la sala del museo, en la que se encuentran todos sus vehículos campeones, con una penumbra solo rota por los focos que a modo de homenaje iluminan el coche con el que Niki Lauda les hizo campeones del mundo en 1975. Un campeonato que, además de su triple continuidad, también tuvo sus momentos difíciles. Al frente de todos ellos, el gravísimo accidente sufrido durante el Gran Premio de Alemania de 1976 disputado en el circuito de Nürburgring.
Fue un primer día de agosto, durante la décima carrera del Mundial en un circuito que por entonces contaba con más de 10 kilómetros. Al volante de su Ferrari, Lauda era campeón del mundo y estaba camino de su segundo título. Sin embargo, poco después de la salida, el coche de Lauda se estrelló contra la segunda curva del circuito y ardió. El austriaco no pudo salir por su propio pie y varios compañeros, policías y espectadores tuvieron que acudir para sacarle de las llamas. Fue trasladado de inmediato al hospital en estado grave. El parte médico indicaba que el incendio le había producido quemaduras en la cabeza y en las manos y el golpe le había fracturado varios huesos.
A pesar de ello, Niki Lauda obró el milagro. Se perdió las siguientes carreras en Austria y en los Países Bajos, situación que fue decisiva para que acabara perdiendo el título a final de temporada por un solo punto de diferencia frente a James Hunt. Sin embargo, su mayor victoria era volver, y lo hizo; apenas seis semanas después del accidente, en un Gran Premio de Italia en Monza en el que se quedó a un puesto del podio.
A raíz de aquel accidente, la Federación Internacional de Automovilismo reforzó la seguridad tanto en pilotos como en espectadores y desde entonces todas las pistas F1 tienen un centro médico permanente. Además, todos los pilotos tienen como obligación tomar cursos de rescate en pista.
En 1996 Niki publicó una autobiografía titulada "La Tercera Vida". En 2011 fue llevada del cine su histórica rivalidad con el británico James Hunt con la película "Rush". Y en 2015 publicó otro libro, titulado "Hablemos sobre dinero".
The people were intrigued
His wife held back her fears
The headlines gave acclaim
He'd realized their dreams
Entre 1976 y 1991 Niki estuvo casado a Marlene Knaus (chilena de origen austríaco), con la que tuvo dos hijos Lukas (1979) y Mathias (1981), que se criaron en Ibiza. Ese mismo año de la separación de su mujer, Lauda vivió el momento más duro de su carrera como empresario al estrellarse en Tailandia un Boeing 767 de su aerolínea Lauda Air a causa de un problema técnico, con 223 pasajeros a bordo, que perdieron la vida.
En 2004, Lauda empezó a salir con la austríaca Birgit Wetzinger, 30 años más joven que él y azafata en una de sus aerolíneas. Tuvieron mellizos en 2009. Ella le donó un riñón y los medios de comunicación estallaron.
A pesar de la enorme fortuna que Lauda logró acumular en su
vida -la prensa austríaca habla de hasta 500 millones de
euros- nunca dejó de estar activo y con ganas de hacer
negocios. A finales de 2017 lanzó un nuevo proyecto
aeronáutico al comprar los restos de la quebrada Air Berlin
para fundar Laudamotion, su tercera y última línea aérea
comercial, centrada en vuelos a Alemania, a España y otros
destinos turísticos en el sur de Europa. Apenas medio año
más tarde, la leyenda viviente vendió esta nueva aerolínea al
gigante de líneas de bajo costo Ryanair, en una operación en
la que el temerario corredor y empresario volvió a ganar
millones de euros.
Faster than a bullet from a gun
He is faster than everyone
Quicker than the blinking of an eye
Like a flash you could miss him going by
No one knows quite how he does it
But it's true, they say
"He's the master of going faster".