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MEXICO EN EL MUNDO, SEGÚN VÍCTOR FLORES OLEA

LaJornada lunes 29 julio 2019
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En relación con la solicitud de México para ingresar el Consejo de Seguridad de la ONU, un buen número de especialistas y otros tantos que no los son han augurado un pésimo tiempo para México en tanto forme parte del Consejo, argumentando que son de mucho mayor calibre los problemas a que deberá enfrentarse al formar parte del mismo que en su ausencia.

 

 Es verdad que la integración al Consejo de Seguridad traerá para México algunos problemas adicionales a los que deberá hacer frente, pero nada que se  pueda comparar al trabajo positivo que está en posibilidades de efectuar formando parte del organismo. Recuérdese que el Consejo de Seguridad, por arriba de la Asamblea

General, esta en aptitud de participar en decisiones del más alto interés para la

comunidad internacional, y de tener influencia, por tanto, en materias o asuntos

sobre los cuales generalmente hay un verdadero interés para la comunidad de

naciones.

 

La pertenencia al Consejo de Seguridad pone a México en un primer plano de

importancia en asuntos internacionales, y de ejercer una verdadera influencia desde

esa posición. Solo quienes desconocen el valor y la importancia de formar parte de

tal organismo colectivo, o que desconocen el peso específico de nuestro país en esa

historia, podrán insistir en la conveniencia de que México se quede fuera de las

decisiones importantes en materia colectiva.

 

Por supuesto, resulta más fácil abstenerse que participar, pero el prestigio de México

en este campo se ha logrado con base en una participación sostenida, y no en un

abstencionismo que podría interpretarse como propósito de fuga y hasta como cobardía. La participación no es fácil, pero si tiene el objetivo de romper lanzas por los valores de cada uno, y más aún en el caso de las naciones que se defienden o vituperan por razones que se consideran válidas. Por supuesto, en materia internacional México tendrá frecuentes ocasiones de demostrar la validez de sus argumentos y la legitimidad de sus propósitos.

 

 Y para no abandonar la esfera internacional mencionemos que siguen siendo materia de discusión intensa los términos de la negociación sobre las abundantes corrientes migratorias que se han dado al sur de México y también en el norte, originando presiones descontroladas y groseras por parte del ínclito Presidente de Estados Unidos Donald Trump y dirigidas obviamente a un Andrés Manuel López Obrador aún vacilante.

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 Uno de los puntos culminantes de está discusión subió de tono cuando el presidente Trump amenazó con imponer un aumento a los aranceles del acero y otros metales que México exportará a Estados Unidos, con la intención de aumentarlos cada semana si no había una reducción significativa de los centroamericanos que llegaran a las puertas de ese país.


Entre diversas vueltas, idas y venidas, el asunto quedó en que el vecino del norte se abstenía por lo pronto de aplicar el aumento de aranceles mientras México se comprometía a evitar lo mas posible la circulación de centroamericanos por nuestra casa, cosa que llevó al extremo de que AMLO se viera obligado a enviar parte importante de la Guardia Nacional sobre todo a la frontera sur, por lo cual a recibido cuantiosas criticas diciendo sobre todo que

ese cuerpo de nuestras fuerzas armadas de ninguna manera estaba destinado a realizar labores de guardia fronteriza y que se había vencido a Trump por esta y otras razones hasta el punto de la violación en distintos punto a nuestra Carta Magna.

 

 Terminaremos recordando que, desde un inicio, Andrés Manuel López Obrador convocó a una reunión internacional con países que estuvieran dispuestos a promover inversiones en los países de América Central con el fin de ayudarlos a promover su desarrollo y propiciar un mayor crecimiento que abriera más puestos de trabajo para un número mayor de Centro Americanos, sobre todo de Guatemala, Honduras y el Salvador, de suerte que esas inversiones pudieran ser un factor de mayor crecimiento y, por tanto, de desaliento al desplazamiento internacional de los ciudadanos de tales países.

 

El presidente Andrés Manuel López Obrador firmó la carta intención para la cooperación entre México y Honduras, a través de los programas Sembrando Vida yJóvenes Construyendo el Futuro y se comprometó a entregar por parte de México 19 mil millones de pesos anuales como parte de esa cooperación.

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