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CON MARCELA DE SAN LUIS POTOSÍ COMO ARIETE, EL TENIS MEXICANO  EN PANAMERICANOS DE LIMA 2019.

Oscar Rodríguez Gómez
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Además, en singles, súper Marcela se llevó tres de los ocho campeonatos WTA de este año en Cancún, México. Una serie de torneos en que la de San Luis y demás mexicas que la acompañaron salieron muy bien libradas. Única y exclusivamente por su trabajo, sin más ayuda de la Federación Mexicana de Tenis que el tomarse con ellas la foto los abogados priistas que la controlan.


El Cancún 6 Marcela se lo llevó por encima de su paisana, también potosina, la guapa y aguerrida Ana Sofía Sánchez Palau; el Cancún 7 también le presentó a Marce otra paisana, la mini gladiadora MariJo Portillo, oaxaqueña de origen, para que la  hora de la verdad le llegara a la potosina en la gran final Cancún 8, donde

Este viernes 26 de julio, en punto de las 19:00 hora de Peru, arranca con todo la ceremonia de inauguración de los Juegos Panamericanos Lima 2019. Más de 6 mil atletas de todo el mundo. Serán un total de 70 deportes los que estarán presentes en Lima estas semanas, en una cita que se celebra cada 4 años, en los que México participa en el TENIS desde Buenos Aires 1951 y una cosecha de 37 medallas: 7 oros; 16 platas y 14 bronces en la más bella de las disciplinas.

 

Los problemas directivos y presupuestarios de la Comisión Nacional de Cultura

Física y Deporte (CONADE) no impiden que su directora, Ana Gabriela Guevara,

pronostique estar muy cerca de las 20 medallas de oro, lo que supondría a su vez

realizar una participación muy parecida a la de Toronto 2015, cuando se consiguieron

22 metales dorados.

 

La reina Marcela Zacarías, la mejor tenista de todos los tiempos en San Luis Potosí y

ya en escalafón de toda la historia del tenis mexicano, es el ariete de la escuadra

mexicana. La potosina fue medallista en dobles en Panamericanos de Toronto 2015,

y espera volver a subirse al podio en Lima. Junto a ella competirán Renata Zarazúa y

Giuliana Olmos. Tercia de Reinas como nunca México había logrado conjuntar para un evento de clase mundial.

 

La potosina Zacarías, sin más apoyo que su consistencia, perseverancia, apoyo de sus padres y de pequeñas empresas locales, a los 25 años y dos de matrimonio, en lo que va del año ha logrado hacerse del campeonato de dobles  del ITF Canadá 01A, donde la mexicana hizo dupla con Hsu Chieh-yu en el torneo de Norteamérica que sirvió como preparación rumbo a los Juegos Panamericanos en Lima. La china y la tunera ganaron en la final del torneo de Saskatoon por 63 y 62 en una hora y doce minutos a las jugadoras japonesas Haruka Kaji y Momoko Kobori.

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tuvo enfrente a toda una WTA rutinaria, la rumana Patricia Maria Tig, quien la dobla en ranking, a quien Marcela derrotó por doble 63.

 

LA SANGRE LLAMA

Mientras que la culturalmente norteamericana Giuliana Olmos sigue de arroz de todo mole en que la inútil FMT ha de enviar jugadoras, la tapatía radicada en CDMX Renata Zarazúa continúa ascendiendo por sus propios medios. Giuliana, educada en la UCLA, sin conocimiento fluido del idioma español, pero con pasaporte mexicano y declarada residencia en Mazatlán, Sinaloa, ha logrado llegar ya a la Final de Acapulco y vencer en dobles en el WTA Nature Valley Open de Nottingham, Gran Bretaña. Olmos obtuvo la victoria junto a la estadounidense Desirae

Krawczyk sobre la superficie de césped este año.

 

Renata Zarazúa es una historia muy diferente. “Mi tío abuelo jugaba y fue famoso.

Desde ahí, el tener una familia metida en tenis me motivó a que yo quisiera jugarlo

también. Lo que más me gusta es que es una disciplina individual y depende de ti, no

como en otros deportes donde influyen otras personas". Tal exactitud, baño de agua

helada al mito del “trabajo en equipo es mejor” (y que lo diga un team de mexicanas

que estuvieron en el sótano de Fed Cup, gracias al apoyo de FMT), muestra el poder

genético por encima del disciplinario, en tanto Vicente Zarazúa fue el primero de la

saga en aparecer en la escena tenística.

 

La afición a la raqueta de don Vicente le vino de sus padres, que practicaban de maneraamateur, y que contagió tanto a Vicente como a sus hermanos mayores Federico y José María. Fue Vicente quien hizo carrera en las canchas. Jugó 9 años y 16 eliminatorias de Copa Davis, un total de 25 partidos de los cuales ganó 14. También participó en los torneos de demostración y exhibición en los Juegos Olímpicos de México 1968, colgándose en ambos la medalla de oro en la

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disciplina de dobles junto a Rafael Osuna.

 

José Luis Zarazúa también fue tenista profesional, pero no llegó a despuntar tanto como su padre y pronto enfocó su carrera a moldear el futuro de sus hijos mudándose a Texas en 2011. Dejó su puesto como director comercial en una constructora y voló junto a su mujer Alejandra y sus hijos al país de las oportunidades. Patricio Zarazúa, el mayor, llegó a ser número 1.423 de la ATP pero derivó su carrera al circuito universitario donde aún se le puede ver pegar raquetazos.

que lo seleccionaron.

 

En este aspecto de la comandancia de la escuadra, gran contraste con el cuadro masculino azteca. También de San Luis Potosí, Manuel Sánchez lleva el ariete en compañía del recio sonorense Alan Rubio y de Alejandro Hernández, quienes intentarán dar una alegría a su país, pero lo tendrán mucho más complicado que las chicas. La buena noticia para ellos es que estarán bajo la tutela de todo un profesional como Leonardo Lavalle, que como jugador llegó incluso a disputar una Final de Wimbledon en la modalidad de dobles.

Renata, con 20 años, se ha convertido en el referente del tenis femenino mexicano, después de Zacarías, quien estuvo fuera de radar ocho meses por lesiones y problemas con los pantalón largo federativos, que para eso están.

En el haber de Rena destacan dos títulos IFT (León 2016, La Bisbal 2016) y doce más en la disciplina de dobles. Además, lleva tres años defendiendo los intereses de México en Fed Cup, en la que ha jugado 10 eliminatorias y un total de 13 partidos de los que ha ganado 5.

 

Su estatura de 1.60 m., lejos de ser un impedimento, llegan aderezados con una

variedad de recursos que la hacen ser competitiva ante las jugadoras más potentes

del circuito. Sin embargo, su travesía en la alta competición no ha sido fácil. En 2011

sufrió un desorden alimenticio que la alejó de las canchas unos meses y tras

recuperarse padeció una lesión en la rodilla derecha que la obligó a pasar por

quirófano. En 2013 se mudó a Tampa y comenzó a entrenar en la Gildemeister

Tennis Academy a las órdenes de los hermanos chilenos Hans y Heinz

Gildemeister con quienes el próximo objetivo

fijado está en meterse en el Top 200 mundial.

 

México alcanzó una actuación histórica en la cita Panamericana de Toronto 2015, al obtener dos medallas de plata en dobles y singles, después de 48 años de no lograr un podio en individual femenil y 52 de no sumar en dobles. Ahora, del 26 al 11 de agosto, “las mariachis”, como les dicen las y los sudacas y no se ofenden, lo único que les falla es un Bebé Moreno, capitán, carente de cualidades de liderazgo y mucho menos de cosmopolitismo, inconcebible entre los nacos federativos

 

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