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La derecha es la 4T

Mauro González Luna
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N.R. La doctrina social cristiana es la plataforma desde la que el autor presenta el siguiente alegato acerca de la problemática encubierta con el mito de la 4T. Se considera un artículo importantísimo en tanto permite ver la sorda lucha que al interior del esa sociedad civil dentro de la Sociedad Civil que es la Iglesia Católica, Apostólica y Remona:

 

.- Leí un artículo sobre un supuesto ataque de la derecha al gobierno de la 4T publicado en Proceso. Según el texto, la rancia derecha prepara un “golpe suave”. Después, a los pocos días, leí declaraciones de un senador morenista sobre un imaginado intento de “dinamitar” al gobierno.

 

Divido en tres este texto sobre lo descabellado de tales afirmaciones

fantasiosas. La realidad insobornable las desmiente. La 4T es, en lo

fundamental, parte de la derecha y cuenta con el apoyo de magnates

mexicanos y del trumpismo. El pueblo pensante y crítico, la memoria,

la inteligencia, exiliados de la 4T.

 

I

 

De tiempo atrás soy adversario de toda derecha, local o foránea, en

especial la prianista, desahuciada, inofensiva. Y de la trumpista,

imperante y repulsiva. La bandera que defiendo es la del solidarismo

postulado por la doctrina social católica. Ni oportunismos que

abandonan convicciones, ni individualismos que subordinan todo al

dinero, ni colectivismos que aniquilan las libertades.

 

Dan ganas de llorar al leer el contenido de tal artículo y de dichas declaraciones, por lo silvestre de su sofística. Hablar de un “dinamitar”, de un “golpe suave” contra la 4T por parte de la derecha rancia, resulta absurdo. Es obvia la fuerza fáctica de la 4T que, después de ganar las elecciones, ha girado a la derecha en puntos esenciales, ha devenido centralista y semi monárquica, ha militarizado al país con su guardia, obtenido el apoyo yanqui y de los aduladores de siempre. ¿Para qué entonces ese alarmismo sin base real?

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Ese alarmismo mistificador de piel delgada, cebollina, es evidentemente una treta, una coartada para encubrir las notorias fallas del gobierno federal y, por otro lado, desacreditar la crítica válida de la prensa libre, de sectores del pueblo reflexivo, de la verdadera izquierda comprometida que resiste contra megaobras depredadoras de tierras y aguas del pueblo. Crítica franca, irreverente frente a los poderosos cuando yerran, como debe ser en una democracia.

 

Y, no por prematuras, dejan de ser fallas desconcertantes y graves; marcan tendencias de lo por venir. Un botón basta para mostrar la desmesura, el transgredir todo límite, sin requerirse el esperar años.

 

Ahora se rasgan las vestiduras corifeos de Morena y de la mitología llamada 4T, porque una señora de las Lomas, por ejemplo, osa lanzar su crítica sin hondos fundamentos filosóficos, cuando ellos carecen de seriedad intelectual, o porque un comentarista que disiente dando razones usa palabras fuertes, o porque desde dentro de Morena hay crítica sensata, o porque especialistas de aquí y de fuera, en diferentes rubros, cuestionan decisiones erráticas que la 4T bautiza de “cambio” al que hay que acostumbrarse.


A la 4T no se le puede tocar hoy ni siquiera con el pétalo de un clavelón. Pero eso sí, ellos pueden insultar, lanzar ataques virulentos, denostar incluso a campesinos humildes que

protestan, dividir al país profundizando miedos, odios de clase y resentimientos. Ganar una elección no da derecho a tergiversar tantas cosas, a esa especie de fariseísmo político.

 

Qué pronto se olvidó que, en tiempos de Fox, siendo presidente constitucional -surgido del esperanzado voto popular también-, la oposición ahora gobierno, por ejemplo, le llamara “chachalaca” por su incontinencia verbal y frivolidad, provocándose un escándalo mediático.

 

II

 

¿No son de derecha rancia los multimillonarios integrantes del

consejo empresarial de asesores de la 4T, y los banqueros consentidos

con sus tasas de interés y comisiones usurarias? ¿Llaman a eso

cambio?

 

¿Querrán ellos, los del consejo con el apoyo de banqueros y magnates

-muchos de ellos antes considerados de la mafia del poder- que con

sonrisas asisten a Palacio, dar un golpe blando al poder en turno? No,

obviamente, al contrario, hay ancha vía para hacer negocios, en

materia bancaria, de infraestructura, etcétera, a pesar de los

contratiempos.

 

¿No es por cierto de derecha errática, la tacañería en la distribución

de presupuestos indispensables para la salud pública, estancias infantiles, ciencia, cultura? La derecha neoliberal es enemiga de los principios democráticos de solidaridad y subsidiaridad, ambos proclamados por el pensamiento social católico y, por ende, aliada incondicional del quebrantamiento de los cuerpos intermedios como las guarderías infantiles y los organismos autónomos.

 

Uno de los pilares de una democracia genuina es el respeto a los cuerpos intermedios, a las autonomías. Sin ellos, baluartes de libertad, sin descentralización del poder, éste se concentra por necesidad lógica en uno o en unos cuantos para ruina de libertades y derechos. Ruina al no haber ya intermediarios entre el individuo aislado, súbdito indefenso, y el poder, autócrata, dispensador único de favores.

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¿Y no se está utilizando la Guardia Nacional para, por ahora, perseguir refugiados, para realizar redadas y deportaciones de migrantes pobres, en violación de las propias leyes de México, como bien lo ha señalado Santiago Corcuera, maestro de la Universidad Iberoamericana?

 

Y hablando de política migratoria y de golpes, pero reales y de brutalidad insólita, ¿qué se piensa del mortal de anteayer, dado en Saltillo contra un ser humano, refugiado salvadoreño, asesinado por policías, a la vista de su infortunada hijita de ocho años y de vecinos del lugar, según informe desgarrador de la Casa del Migrante de tal localidad? ¿Esos golpes racistas no cuentan por ser contra el pobre, el paria, el refugiado?

¿Y no es un duro golpe al pueblo, la premonitoria prohibición de marchas en Tabasco para facilitar la obra de Dos Bocas, la prisión preventiva oficiosa tan característica de regímenes autoritarios y la amenazante y antigarantista ley de extinción de dominio aplicable, sin mayores limitantes, a todo mundo? ¿Quién entonces da los golpes?


¿Es o no de derecha monopolizar la palabra desde las alturas? Los poderes ejecutivos tienen como tareas constitucionales dice J. Maritain en su filosofía política, cumplir las leyes, administrar, gestionar el bien común, no disputar la palabra a nadie, y menos a la prensa libre. La palabra se disputa en los parlamentos, en las asambleas del pueblo, en el Congreso, en las universidades, por desgracia dormidas. Y si no se da el debate en las Cámaras, es tanto por la aplanadora morena, como por la falta de recio pensamiento político, de compromiso, de enjundia opositora, com

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