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¿HABRA CHOQUE DE TRENES SEDENA – PRESIDENCIA? DELICADA Y ALARMANTE POSTURA DEL ALTO MANDO MILITAR MEXICANO.

Oscar Rodríguez Gómez 
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Fue el 22 de octubre pasado, en un desayuno privado del alto mando militar mexicano y centenares de generales activos y retirados, donde en el marco de la entonces reciente “Batalla de Culiacán”, hizo uso de la palabra en el Salón República de la unidad habitacional de Lomas de Sotelo, el general en retiro Demetrio Gaytán Ochoa, ex subsecretario de Defensa Nacional. Según el periodista Raúl Rodriguez de “El Universal”, un discurso para jalarse los cabellos y llevar la preocupación por los estragos de la 4T a tal angustia como para que lo dicho por el militar se sume al análisis que la mediática mundial hace en este momento del papel del sector milico en el México del presidente López.

 

Sin adjetivos, y con lo que pudo extraerse del discurso filtrado y hasta publicado en un diario de San Luis Potosí en Halloween, el divisionario Gaytán Ochoa dijo que “…el alto mando enfrenta desde lo institucional a un grupo de halcones que podría llevar a México al caos y a un verdadero Estado fallido. Vivimos en una sociedad polarizada políticamente porque la ideología dominante, que no mayoritaria, se sustenta en corrientes pretendidamente de izquierda que acumularon durante años un gran resentimiento”.

 

“Hoy tenemos un gobierno que representa aproximadamente a 30 millones de

mexicanos cuya esperanza es el cambio, un cambio que les permita subsanar lo

que ellos consideran un déficit de Estado para tal sector poblacional…No podemos

soslayar que el hoy titular del Ejecutivo ha sido empoderado legal y

legítimamente…Sin embargo es también una verdad inocultable que los frágiles

mecanismos de contrapeso existentes, han permitido un fortalecimiento del

Ejecutivo que viene propiciando decisiones estratégicas que no han convencido a

todos, para decirlo con suavidad…Eso inquieta, eventualmente ofende, pero sobre

todo preocupa, toda vez que fuimos formados con valores sólidos, que chocan con

las formas con que hoy se conduce el país”, sentenció el militar de alta

graduación. Chencho Sandoval desde luego entró al quite y “aunque sin ocultar

en su tono una profunda preocupación” según consigna “El Universal”, reiteró su

“clara lealtad al Comandante en Jefe de las fuerzas armadas”.

 

VERDE, QUE TE QUIERO VERDE.

 

En Europa y Washington, la imagen es que, lejos aún de apagarse, las llamas del operativo Culiacán arrecian en México y amenazan con tatemar la credibilidad de 4T. Tras el show con datos, horas, videos e imágenes de la detención y liberación de Chapito Guzmán del 30 de octubre, llegó el turno de las preguntas. Ante los cuestionamientos de los periodistas -¿Quién organizó el operativo para detener al hijo del Chapo en Culiacán? ¿Cuándo lo ordenó? ¿Desde cuándo lo supo el Gobierno? ¿Por qué fracasó?-, el presidente López ordenó el jueves al secretario de la Defensa que dijera el nombre del responsable del operativo. El Secretario  Sandoval no tuvo más remedio que darlo. Ese fue el inicio de una tormenta de críticas y acusaciones que se prolongó hasta el final de la conferencia de prensa matutina del presidente aquel miércoles.

 

Cuestionado sobre el riesgo de revelar la identidad del funcionario, López Obrador ha dicho: "Somos servidores públicos y todos corremos un riesgo. Todos. Y desde luego que tenemos que actuar con precaución. No ser temerarios. Pero, el que nada debe nada teme. Va a tener la protección que tenemos todos".

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Chencho, como si se tratara del “innombrable” (ni el Salinas de AMLO ni mucho menos Voldemort) informó el jueves que se trata del coronel Juan José Verde Montes, comandante del Grupo de Análisis de Información del Narcotráfico, GAIN, un grupo de élite del Ejército. En los archivos de la Defensa, según pudo indagar El Pais España, figura su último ascenso, a finales del año pasado. Nada más. Quedan en el tintero preguntas sobre su implicación concreta en el operativo de Culiacán, si fue el funcionario de mayor rango pendiente del operativo o si, por el contrario, había otros. Pero ahí queda su nombre, para muestra de la arbitrariedad del Gobierno en la COMUNICACIÓN de la preparación del operativo, su ejecución y los fallos.

La mención del nombre del coronel Verde (tan pregnante el apellido) desató las críticas contra López, incluso hasta el punto de señalar VIOLACIONES A LOS CÓDIGOS MILITARES. Catalina Pérez Correa, investigadora de la División de Estudios Jurídicos del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), opina que “hay un riesgo en dar los nombres. Es verdad que él no estaba en campo, pero dar un nombre sí es peligroso para él y sus familiares, dado el nivel de inseguridad que hay en México y el nivel de reacción de los cárteles”. La prensa mexica acosaba a López y Chencho por la responsabilidad del operativo, quién sabía y quién decidió. Por eso ha extrañado el señalamiento a un mando medio, un miserable coronelucho  (nada que ver con el Coronelazo you know who).

 

Cuando los periodistas preguntaban quién es responsable, no era para saber solo este nombre, sino tratar de entender cómo se rompió la cadena de mando. Entender si un operativo de este tipo se pudo poner en marcha sin el conocimiento de los de arriba. Porque el nombre de Verde no lo resuelve. Hay un desfase entre lo que se pide y lo que se da”, añade la investigadora Pérez Correa.

 

Para Ernesto López Portillo, coordinador del programa de seguridad ciudadana de la Universidad Iberoamericana, “es extraordinariamente grave que se haya nombrado al responsable de la operación. Una cosa es la rendición de cuentas que debe haber ante los errores, sin duda. Pero otra es la publicidad de los datos personales de las personas que lo están arriesgando todo para perseguir al crimen organizado”. Otro militar se encargó de la operación en campo, pero su nombre no ha sido revelado. Ese sí, por seguridad. Que al mando en cuarto de guerra se lo cargue el Joker.

 

Mientras tanto, el secretario de Seguridad, Alfonso Durazo, acudió a la Cámara de

Diputados a dar explicaciones por el operativo. Durazo es sin duda uno de los peor

parados en esta crisis, sobre todo por la incoherencia entre las diferentes versiones

que ha dado de lo ocurrido: cada vez que ha hablado los detalles eran distintos.

Una de las diputadas más críticas ha sido Lucía Riojas, del movimiento “Ahora”. En

su discurso, ha dicho: “Alguien rompió la cadena de mando el jueves 17 de octubre

y es enteramente su responsabilidad. Si usted sabía del operativo y no lo detuvo,

es usted responsable. Si no lo sabía, es usted responsable. Si le mintieron, es usted

responsable, si le ocultaron información, es usted responsable”.

 

La diputada Riojas apuntaba al corazón de las críticas, más allá del nombre del

responsable operativo. “A casi dos semanas del horror de Culiacán, aún no está claro cómo una petición de extradición que venía de Estados Unidos acabó en una batalla a tiros en la capital sinaloense. La cuestión trasciende al diseño del operativo y alude a los permisos, a quién lo avaló y a la coordinación entre las fuerzas militares y policiales”, señalan los medios en Europa.

 

Y como hemos repetido en TCR desde su ocurrencia, el investigador López Portillo apunta a la Guardia Nacional, el cuerpo de seguridad creado POR DESEO de López Obrador, de espíritu híbrido, a medio camino entre lo civil y lo militar. La Guardia Nacional participó en la batalla de Culiacán. Incluso el decano periodista  Raymundo Riva Palacio publicó que el mando del operativo en campo estuvo en el comandante de la Guardia Nacional, el general en retiro Luis Rodríguez Bucio.

 

 “Todo esto tiene que ver con la cadena de mando de la Guardia. No alcanzamos a entender quién tiene el control político y operativo de la corporación. Estamos observando la posibilidad de que la Guardia esté representando el desorden organizativo”, dice el experto Ernesto López. “Nos preocupa especialmente que estemos mirando diferencias en la manera de hacer las cosas entre los civiles y las Fuerzas Armadas. La cantidad de información no confirmada que habla de posibles diferencias entre las formas de hacer y decidir en torno a todo esto…”

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