El que debió ser un bonus disc y que acabó cobrándose como nuevecito, reúne según eso la totalidad de las rolas creadas durante el viaje que significó “Egypt Station”. Van desde las grabadas en estudio, donde destaca la versión larga del hit original de “Egypt…”, la sorprendente 'Get Enough', hasta shows en vivo capturados en conciertos de lo que va del año en Abbey Road Studios, en la aún viva y emblemática The Cavern y hasta en Grand Central Station.
LA PERRA HA VUELTO
“¿Cómo fue tu infancia, Elton?”, pregunta Sebastian Rich en la introducción al Soundtrack Original de “Rocketman”, el cacareado biopic de Sir Elton John quien responde, en voz de Taron Egerton, con chicas del coro y todo:
I was justified when I was five
Raisin' Cain, I spit in your eye
Times are changin' now the poor get fat
De hecho, la película arranca con la llegada de su protagonista a una reunión de alcohólicos anónimos que servirá como hilo conductor para repasar diferentes etapas de su vida. Sin embargo, son las canciones las que sirven para hacer avanzar la trama en lugar de servir como un hecho aislado más o menos memorable. El primer súper número musical, “Saturday night is allright for fighting”, resulta ambientado en un pub victoriano, y no en las entonces nacientes discotheques o de plano en las calles, como lo muestra el cover que a la rola le hicieron The Who.
Y es que Rocketman se aleja mucho de los mejores biopics de artistas musicales de la historia del cine: Bird (1988), sobre Charlie Parker; Last Days (2005), sobre Kurt Cobain; I’m Not There (2007), acerca de Bob Dylan; Control (2007), la vida y muerte de Ian Curtis (Joy Division); The Runaways
TENIS, CINE & ROCK AND ROLL
Página del Oscarito, para leer sin prisa.
ÁNGEL OLSEN DESLUMBRA DESDE UN ESPEJO APTO PARA LOS TIEMPOS MODERNOS.
Oscar Rodríguez Gómez
La esplendorosa novedad del fin de semana fue la publicación del nuevo álbum de Angel Olsen “All Mirrors”. Un disco del que ha adelantado ya dos temas, el que le da título, que vio la luz a finales de julio, y “Lark”, que lo hizo a mediados de septiembre. La estadounidense Angel Olsen, nacida en San Luis, Missouri, pero luego radicada en Chicago, se convirtió pronto, tras la publicación de su segundo álbum, “Burn Your Fire For No Witness”, en febrero de 2014, en uno de los iconos del neo-folk, facción indie.
Ya se había intuido que había en ella un gran potencial cuando en 2012 apareció su primer
álbum, “Half Way Home”, con sus referencias veladas al country de mediados del siglo
pasado, de la misma manera que también hizo con su debut, el EP de seis canciones
“Strange Cacti” (2011) donde evocaba a los grupos de chicas de los años sesenta tipo las
regenteadas por Phil Spector. Pero faltaba profundizar en ello. Es lo que hicieron las once
composiciones del citado "Burn Your Fire For No Witness", el primero que registró con
banda su particular conjura del pasado, pero buscando nuevas direcciones, convirtiendo
el anacronismo en algo gratificante, como si fuera la alumna más aventajada de Joni
Mitchell del momento.
Rompiendo la red que la protegía y dulcificaba, crespó más el vello. Aún fue más lejos
con “My Woman” (2016), su consagración y una obra que la aleja del indie, también la más diversa en cuanto a estilos musicales, considerada en numerosas listas de lo mejor del año. El 10 de noviembre de 2017 puso en circulación "Phases", una interesante colección de rarezas y caras B, que transitaba una especie de carretera paralela a la que había recorrido bajo los focos. Y enseguida, el turno para “All Mirrors”, su sucesor, un disco que nos mostrará una Angel Olsen vulnerable, cuya voz mezcla furia y una autoaceptación ganada a pulso mientras se adentra en sus territorios más góticos.
Concebido primero como un álbum de instrumentación más básica, fue grabado con el productor Michael Harris en Anacortes (Washington). Pero pronto derivó en un proyecto más ambicioso y maximalista, en cuya regrabación participó en algunas partes una orquesta de catorce músicos, con John Congleton como nuevo productor. Es lo primero que ha publicado desde “Phases”, con la excepción de sus colaboraciones en abril de 2018 con Jeff Ament y otros miembros de Pearl Jam en “Safe In The Car” y con Mark Ronson en junio de 2019 en “True Blue”.
“All Mirrors es un disco sobre nuestra parte más oscura, sobre mirarte al espejo y perdonar lo que ves”, ha declarado su autora. “Para un artista el cambio debe ser una constante”, afirma Angel en la hoja promocional del disco, donde también comenta que “el drama es algo que rodea mi mundo, siempre ha sido así. Estoy feliz por haber aprendido a escribir sobre ello”.
Las primeras críticas aparecidas este domingo 6 no dejan lugar a la duda: “All Mirrors” está deslumbrando y es contendiente para álbum de la segunda década del siglo. "Si el tiempo es lineal, el cuarto álbum de estudio de Angel Olsen existe como un sorprendente viaje de 49 minutos que visceralmente te arroja hacia un final indeterminado: un espejo apto para los tiempos modernos" (Paste Magazine, London).