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VENCIDOS Y VENCEDORES DEL 4 DE JULIO.

Oscar Rodríguez Gómez
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A pesar que 'Día de la Independencia: Contraataque' fue un fracaso comercial y de crítica, la tercera parte de la película llegaría gracias al acuerdo entre Disney y Fox. Aún no se sabe si esta nueva película sería una continuación o un reboot (el fracaso de la segunda parte reforzaría que se realice una nueva historia), pero si se aprueba el proyecto lo más sensato sería llamar al director original Roland Emmerich.

 

La primer película, que fue una revelación para la última década del siglo XX, recaudó más de 817 millones de dólares a nivel mundial, mientras que la secuela estrenada en 2016 fue un fracaso que llegó a los 398 millones de dólares. Muchos culpan la baja aceptación del filme al mal guion y sobre todo a que el protagonista de la primera parte Will Smith, no participó en la historia.

 

Ahora las cosas podrían cambiar, ya que Will Smith se ha encontrado con su mayor éxito con Disney en la película live action de Aladdin, en el que interpreta al Genio. Solo queda esperar que Disney de la gran noticia, la cual sería bien recibida por los fanáticos de la famosa saga que comenzó en 1996.

 

“Independence Day” (Roland Emerich, 1996) era un espectáculo sobredimensionado y moralmente poco disimulado, que sacaba partido a las posibilidades tecnológicas de lo mejor en efectos especiales de la época. Eran las postrimerías del siglo XX, la hora del Apocalipsis llegaba y que mejor que el cine espectacular para cosechar cincuenta años de paranoia anticomunista, distorsionada y encubierta con la imagen de seres de otros mundos con gana de poseer la madre Tierra.

El film coronaba al alemán Roland Emerich como amo y señor de la destrucción masiva en pantalla y destrozaba hipotálamos a base de luces brillantes, camuflaje para la propaganda rancia y el melodrama espacial de opereta. Y las audiencias felices…aunque horrorizados muchos de los sectores menos educados de E.U. por el shock de la destrucción de lo más entrañable de su “cultura”: sus construcciones emblemáticas, comenzando por el US Bank Tower de Los Ángeles, seguido por el Empire State y la Estatua de la Libertad en NYC, hasta borrar de la faz del planeta la Casa Blanca en Washington D.C.

 

La metáfora de la aniquilación no causada ni por el endemoniado uso de

la ciencia ni por causas telúricas, sino por “los otros”. Todo aquello o todos

aquellos no ajustados al entonces recién surgido neoliberalismo arropado

en las dizque nuevas tecnologías. Y mejor que estas, como en toda la

historia previa del cine SF, fuesen el tesoro más preciado por capturar una

vez que lo ominoso de “la otredad” fuese destruido. La destrucción de la

destrucción. Qué maravilla.

 

20 años después, regresó a las pantallas la segunda oleada de invasores, en

una película tan estúpida como eficaz en sus intenciones. Reducido al

mínimo, “Independence Day” funciona como entretenimiento básico, pero

carece de la picardía para ser un magnífico placer culpable. Todo es tan fácil que la fórmula milimetrada arranca todo el potencial autoparódico de una cinta demasiado limpia como para entrar por la puerta grande en el infinito pozo de la serie B accidental.

 

Esta primera semana de julio, en el marco del 4 de julio Imperial, Roland Emmerich declaró a la revista “Empire” sobre sus intenciones firmes por dirigir la tercera entrega de la película, la cual tomaría un giro al estilo “La guerra de las galaxias”.

 

La idea sobre esta secuela ya está plantada en la mente del director (o en Inception, diría Christopher Nolan): “La próxima será una aventura interestelar” dijo Emmerich en otra paráfrasis de Nolan. “Tendrá lugar dentro de uno o dos años después. Quiero mantener al reparto nuevo, al igual que incluir a Jeff (Goldblum) y a Brent (Spiner) que formen formen parte nuevamente. Será muy buena onda mantener a ese grupo unido.”

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Al cuestionarlo si dejaría a alguien más dirigir, él contestó: “Oh no. Jamás dejaría que alguien más se hiciera cargo.”

 

Este argumento se basará en lo que se suspende en la última cinta que marcará el conflicto entre una resistencia interplanetaria, liderada por La Tierra, en contra de los alienígenas invasores. “Me imagino que con las partes de la naves reconstruidas para crear un agujero de gusano” explica Emmerich “Yo pienso que será un clásico que tomará lugar en el espacio pero debe ser sobre la Tierra, y tenemos una muy buena idea para ello”.

 

Todavía se ha revelado nada oficial sobre la tercera entrega. La próxima semana se producirá una reunión en la que todo apunta a que se dará luz verde para que se termine la saga. El importante matiz llega en la plataforma para “Independence Day 3”, ya que la cinta se dirigiría a televisión. De hecho, todavía no se descarta la posibilidad de apostar por una serie de televisión.

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